al entrar al pasillo de la caja nos convertimos en una sola persona. ella iba a extraer y yo a depositar el mismo monto. el cajero ante tal situación actuó de manera tranquila y nos explicó en forma pausada y muy entendible que estas cosas sucedían a diario. nos indicó la puerta de salida amablemente y nos fuimos sin hacer ninguna operación.
al salir, tuve la extraña sensación de que la lluvia era hermosa aunque sé que los días lluviosos son horribles.
que necesitaba un taxi en forma urgente para llegar a la oficina a tiempo y que quería ir caminando mirando vidrieras, tranquilo, mirando la gente caminar, escuchando sus charlas, sus peleas, viendo como se besan.
que necesitaba tomar un café para seguir despierto el resto del dia y que moría por un té con limón, tostadas, jugo de naranja, sentado en un lindo lugar, leyendo algún libro y escuchando un buen disco en mi reproductor.
hacía mucho que no me sentía así.
la última vez fué cuando hice el trámite del nuevo DNI.
