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  1. Elige tu propia felicidad

    jueves, 25 de agosto de 2011

    Cada vez que tiro un papel al tacho desde lejos, me acuerdo que en uno de los libros Elige tu Propia Aventura había una historia que cambiaba si el papel entraba o no. 
    En realidad ya lo tiro pensando en eso, en esa página que decia algo así 'Si crees que el papel va a entrar en el cesto, ir a la pág. 56, si crees que no va a entrar, ir a la pág. 16'. 
    Las noches que me quedé pensando en eso, ¿que mierda tenía que ver si entraba o no?. Las historias seguían sin ningún tipo de dato extra. El tipo no se volvía estrella de basket si el papel entraba, ni visitaba todos los parques de diversiones y ganaba osos de peluche gigantes. Tampoco se volvía alcohólico, jugador compulsivo o asesino si no entraba. Es más, creo que si no entraba le iba un poco mejor. No entendía. Nunca lo entendí. 
    Habrá sido un chiste interno del escritor, una apuesta, ganas de cagarle la vida a un boludo como yo, no sé, pero me quedé mucho tiempo pensando en por qué no me daba cuenta. Sentía que había algo obvio que no estaba viendo. Tenía compañeros del colegio que leian esos libros. Jamás le pregunté nada a nadie sobre el tema. Me imaginaba que todos lo sabían menos yo. El tontito que no ve lo que todos ven. 
    Así que seguí mi vida, tratando de olvidarme de todo. Crecí, terminé la escuela, la secundaria, la universidad y acá estoy, pensando en eso, tirando papeles desde lejos para ver si algo cambia y dándome cuenta que no cambia nada. 
    El tipo tenía razón, el mensaje era clarísimo y nunca lo ví. El papel no cambia nada, caiga fuera o dentro. Es una lástima, pero es verdad. 
    Yo igual sigo tirando. Entra muchísimas veces, otra no. Lo hago que rebote contra la pared. Pruebo con la derecha, con la izquierda. Si no entra lo levanto y tiro de más lejos.
    Y soy feliz.